Con la llegada del frío, el uso de aparatos de calefacción en los hogares aumenta, las cocinas de leña o carbón y las estufas de gas o braseros son los principales causantes de las intoxicaciones por monóxido de carbono (CO).

El 112 ha publicado una serie de consejos y recomendaciones para evitar estas intoxicaciones que pueden llegar incluso a provocar la muerte. La última ocurría esta semana en Colmenar viejo (Madrid), durante la Noche de Reyes, un generador encendido durante toda la noche en una casa rural produjo la muerte de un joven y la intoxicación de otros tres por la inhalación del monóxido de carbono. Esta muerte se suma a las tres personas que murieron en Pamplona al inhalar monóxido de carbono en el piso en el que vivían.

El teléfono de emergencias ha señalado la importancia de vigilar que los calentadores quemen bien y no existan fugas de gas, realizar las revisiones autorizadas en las instalaciones de gas, calderas, calentadores y otros elementos y para ello recurrir a personal técnico cualificado una vez al año al menos, revisar la evacuación de gases en chimeneas, realizar una correcta ventilación y renovación de aire en lugares con cualquier tipo de combustión, no quemar carbón en el interior de la vivienda, evitar utilizar calefacción con llama mientras se duerme y utilizar preferiblemente calefacción a base de radiadores o estufas sin combustión y no calentar el motor del vehículo ni dejarlo en funcionamiento en lugares cerrados o mal ventilados.

La peligrosidad de la intoxicación por monóxido de carbono se debe a que es un gas inodoro, incoloro, insípido y no irritante, es decir no podemos advertir su presencia, de ahí su apodo como “el asesino silencioso”. Seguir las recomendaciones puede salvar vidas.